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Actualizar mi navegador ahoraLa crisis sanitaria del Covid-19 fue inesperada y con ella se produjeron comportamientos inimaginables. Hemos seleccionado para ti algunas pepitas insólitas:
En marzo de 2020, al comienzo de la crisis sanitaria, se produjeron confinamientos, restricciones de viaje y cierres de fronteras. Las aerolíneas se encontraron sin clientes. Y sin embargo. ¡Todavía podíamos ver aviones volando! De hecho, algunas compañías aéreas británicas se han encontrado con aviones vacíos sin pasajeros para no perder sus derechos de aterrizaje y despegue. Esto les permite mantener sus franjas horarias de vuelo, que deben ser utilizadas al menos en un 80%. Si no, se redistribuyen a otras compañías que las solicitan.
Durante la crisis apareció un nuevo concepto: los vuelos a ninguna parte. Los turistas que necesitaban viajar estaban dispuestos a comprar un billete de avión sólo para dar un paseo por el aire. Este concepto nació de las aerolíneas asiáticas que ofrecían vuelos de unas pocas horas con el mismo punto de aterrizaje y despegue. Estas compañías vendían experiencias de vuelo a los turistas nostálgicos.
Una aberración en términos de ecología que fue noticia. El impacto medioambiental negativo de estos vuelos es aún más injustificado.
Momento de pánico durante el vuelo de United Airlines, que debía conectar el condado de Eagle (Colorado) con Newark, en la costa este de Estados Unidos, en marzo de 2020. Ola de pánico cuando uno de los pasajeros comenzó a estornudar. Algunos pasajeros comenzaron entonces a protestar y obligaron al avión a aterrizar de emergencia por temor a que el pasajero llevara Covid-19. Una escala no programada en Denver que tras unas pruebas aseguró que el pasajero no tenía Covid sino unas alergias.
En Corea del Sur, ¡es posible comprar en el aire! De hecho, las tiendas han tenido dificultades para agotar sus existencias y están dispuestas a hacer descuentos. Así que las compañías aéreas en pleno vuelo penetran en las zonas internacionales y venden productos libres de impuestos. Se trata entonces de un vuelo comercial con el mismo punto de despegue y aterrizaje. Los adictos a las compras están dispuestos a pagar su billete de avión para beneficiarse de productos con grandes descuentos. La duración del vuelo suele ser de 2 horas y se va con la maleta llena.